Respecto a la seguridad del público en lugares deportivos.
Todos los 24 de mayo se conmemora el aniversario de la hecatombe en el Estadio Nacional de Lima que cobró la frivolera cantidad de alrededor de 350 hinchas muertos en el interior de nuestro primer escenario deportivo ubicado en la calle José Diaz de Santa Beatriz.Este año se cumplen 50 años nada menos.
Fue tanta la fatalidad que ese día domingo pareciera que todo estaba dispuesto para que las voces de cientos de hinchas se callaran para siempre producto del infortunio que tal vez pudo evitarse. Casi 50 mil espectadores en las graderías alentaban al equipo peruano,pues aquella tarde se jugaba un partido de futbol en que se definía en parte, la clasificación a los juegos olímpicos a realizarse ese año en Tokio. Las escuadras de Perú y Argentina jugaban estoicamente como lo manda el fútbol, cuando de pronto un gol peruano retumbó en gritos el Nacional de Lima para la felicidad de los hinchas peruanos.
En ese instante pareciera que el diablo se vistió de negro; el árbitro uruguayo Angel Pazos anuló el tanto aduciendo falta (pierna levantada contra un defensa argentino) del delantero peruano "Kilo" Lobatón y fue entonces que de las gradas comenzó la protesta del público que desencadenó en desorden y violencia. Un hincha de apellido Cuenca saltó al gramado de juego en busca del árbitro a fin de hacer justicia con sus manos, el cual fue inmediatamente reducido por la policía; de otra tribuna saltó otro hincha de apellido Villanueva conocido por la afición de aquel entonces como "Negro Bomba" y que también tenía como objetivo agredir al réferi por la anulación injusta del gol.
Aquí datos de sobrevivientes nos dicen que fue tanta la ferocidad con la que actuó la policía para reducir al "Negro Bomba", que la multitud furiosa saltó entera también a la cancha derribando la barda perimetral de la conocida "perrera": El caos era general. La policía a órdenes del comandante D' Azambuja y el capitán Monge LLanos con el fin de controlar las masas de hinchas, dispuso el uso de bombas lacrimógenas. Gran error. Inmediatamente comenzó la avalancha de gente que no soportó los efectos de los gases y corrió hacia las salidas del estadio, cuyas puertas en su totalidad estaban CERRADAS con el fin de evitar la segundilla(*) del público que se venía de ver en el Campo de Marte las carreras de autos de las "Seís Horas Peruanas".
Los que querían salir al ver que las puertas estaban cerradas quisieron regresar. No pudieron. Atrás de ellos habian miles de personas mas que empujaban porque también querían salir. Apretados uno a uno caian afixiados, entre hombres, mujeres y niños. En total como ya dijimos un apróximado de 350 hinchas muertos en los sectores de Norte y Oriente.La asistencia pública no se dió abasto con los heridos, en fin todo estaba dispuesto para que la muerte hiciera lo suyo.
Respecto a aquella tarde hay miles de historias. Han pasado 46 años de esto y pareciera ser que no hemos aprendido a respetarnos durante los espectáculos públicos y deportivos abarrotados de gente y no respetan lo dispuesto por INDECI en el tema de aforo.
Muy importante es saber donde están las salidas en caso de evacuación, si el local cuenta con luces de emergencia, brigadas de seguridad, extintores, sistemas de perifoneo, pasadizos libres de circulación, en fin, todo lo dispuesto en estos días por las normativas utilizadas por INDECI que nos garanticen nuestra seguridad cuando pagamos por asistir a un partido de futbol, una película, un concierto de rock u otro espectáculo de moda.
Hoy por hoy, la tragedia del Estadio Nacional de Lima obstenta hasta nuestros días, el tristemente célebre título de ser la mas trágica y con mas víctimas en la historia del futbol mundial. Ojalá nunca mas vuelva a ocurrir.
* Segundilla: público que ingresa a partir del segundo tiempo, cuando ya no hay control de los boleteros en las puertas del estadio.
El aficionado Villanueva (a) Negro Bomba antes de ser detenido por agentes policiales cuando intentaba agredir al arbitro uruguayo Angel Pazos.
La Policía y la mecha que encendió la tragedia: Lanzamiento de bombas lacrimógenas.
Impactante foto que grafica la desesperación de la gente
Los cuerpos de los hinchas quedaron regados en su mayoría en la tribuna norte, víctimas de afixia por las bombas lacrimógenas y el aplastamiento que se produjo cuando comenzó la estampida humana. Las puertas estaban cerradas.
La asistencia pública no se dió abasto y los cuerpos de los hinchas fueron colocados en la puerta del estadio para ser reconocidos por sus familiares o conocidos.
Fotos cortesía de http://www.arkivperu.com/blog/
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